ACTUALIDAD  //  ÓRBITA FÚTBOL  //  Publicado el 31 de agosto de 2021  //  05.30 horas, en Bogotá D.C. 

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Las pausas obligadas tanto debido al cuadro universal de salud como a la programacion propia del certamen, ponen de nuevo al público de Sudamérica en la antesala de un nuevo núcleo de partidos clasficatorios al mundial de Catar. En el intermedio las novedades estuvieron por fuera del campo de juego y esas variantes que incluyen tropiezos suelen repercutir en los equipos qe participan de la competencia. En la convocatoria de algunos equipos hay ausencias notables e incluso se ha planteado el reemplazo de algún entrenador, algo que ya se produjo en el caso de Venezuela. Pero la mayor conmoción previa a la hora de los partidos fue la decisión de las ligas europeas en el sentido de no autorizar la presencia de las estrellas sudamericanas en la víspera de la liza en el subcontinente. Es un pulso de fuerzas que enfrenta a la Fifa con las ligas de los país confrontantes, pero que repercute de manera álgida en el espacio que controla la Comnnebol. Ninguno en esta puja es una pera en dulce pero lo cierto es que el embrollo podría golpear por carambola al Mundial de Catar. La reacción en cadena de negativas europeas a facilitar a los jugadores para sus selecciones desconoce la autoridad de la Fifa y, en especial de su mandamás Gianni Infantino. Eso de alguna manera es una suerte de golpe de estado para un dirigente que nunca ha podido acomodarse con fortaleza pues mantiene las salpicaduras de corrupción que motivaron la salida de sus predecesores inmediatos. El propio mundial de Catar es parte de las andanzas de esos dirigentes orbitales del fútbol e Infantino fue parte de ese grupo, aunque no de primera línea, primerísima, en el momento de la rendición de cuentas que se llevó a los otros. Los llevó a merecida prisión.

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Nadie es santo en el fútbol internacional en tanto es este caja y danza de la fortuna. Pero eso no significa que cualquiera queda autorizado para violar las normas institucionales de la organización mundial aunque sean justificadas las negativas de clubes y ligas de Europa. El freno a los protagonistas en el campo de juego durante la eliminatorias sudamericanas no afecta solo a Sudamérica, también al África. El argumento es la incidencia del virus pandémico, que entre africanos y latinos aún no tiene una contención suficiente como para pensar que las concentraciones no sean un nicho de contagio. Eso y las cuarentenas prolongadas al regreso de jugadores a sus equipos son argumentos de contención difíciles de contrarrestar. Sobre todo si se tiene en cuenta que los compromisos puntuales de los conjuntos europeos son fuertes, hasta fin de año. Aun así, lo cierto es que el conflicto de última hora generaba el peligro de desmantelar a las selecciones de varios países para los compromisos de eliminatorias. Entre los más perjudicados aparecían Argentina, Brasil.

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También aunque en menor medida pudieron quedar afectados Chile y Colombia. En el último minuto hubo esguincess y cambios para atenuar las bajas, pero igual el golpe deja marcas que, si no se corrigen de manera vertical, podrían generar consecuencias en la integración de los grupos y en la tabla de posiciones. Aunque las reacciones de la Conmebol no han sido estridentes, no cabe duda que los resquemores existen. En el lado opuesto, el de los europeos, debe señalarse que no les faltan razones para llevar adelante lo que aparece como una zancadilla a sus pares de este lado del mundo. Salvo para el caso de Chile y Uruguay casi todos los países más afectados por la pandemia no muestran cifras precisas y alentadoras sobre lo que debería considerarse un nivel de vacunación suficiente. Esto es, entre un 50 y70 por ciento de inmunzación general completa, nivel que permitiría considerar que hay freno fuerte al contagio eventual. El proceso avanza pero de manera lenta y eso enciende alarmas. Las limitaciones que mantiene Europa frente a los viajeros iberoamericanos e incluso las que se prolongan entre los países de esta región, dice con claridad de que existen aprensiones mayores de las que se sostienen de dientes hacia afuera.

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Agregado a esto la obligatoria cuarentena para los jugadores que viajen y regresen de Sudamérica plantea ausencias prolongadas para los clubes del viejo continente. La tabla de posiciones que dejó el cruce anterior, realizado en junio pasado, muestra a Brasil muy lejos en la punta, seguido por la Argentina. Detrás están Ecuador, Uruguay y Colombia. Seis puntos separan al segundo del primero. Brasil tiene 18 acumulados y se mantiene invicto, en tanto que los del centro del mundo le pisan los talones al segundo a apenas 3 puntos. Los otros dos, Uruguay y Colombia, están a cuatro puntos de los argentinos. Es por eso que las pulseadas de septiembre pueden generar un reacomodamiento en las posiciones desde el segundo hasta el quinto, que es el grupo que por ahora tiene el privilegio de ser parte de los elegidos para viajar a Catar. Pero no todo está perdido para los tres que siguen por fuera de los cinco acomodados de circunstancia. Paraguayos, chilenos y bolivianos tienen 7, 6 y 5 puntos, en ese orden. Eso significa, de acuerdo a lo que muestra en puntaje la tabla, que cualquiera de los tres mencionados y por fuera del grupo principal, podría reacomodarse en las casillas cercanas a la posición vigente de la Argentina, que por ahora tiene 12 puntos.

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Son tres partidos al todo o nada y ello no obstante que la eliminatoria no concluirá en septiembre. Aunque, como se sabe, en este tema todo pronóstico es difícil. debe observarse el panorama posible en lo inmediato: Colombia tiene disputa frente a Bolivia en altura y en su primer partido de la serie, desde allí viajará a Paraguay, para medir fuerzas con los guaraníes, y en el tercer encuentro esperará en Barranquilla a los chilenos. Una mirada nada sofisticada dice que los cafeteros la tendrán complicada en los dos primeros compromisos. Paraguay por su lado, además de su pulso con los andinos, debe primero ir a la altura de Quito para medirse con los dueños de casa y al final también esperará en Asunción a los venezolanos. El más difícil de los partidos será con los ecuatorianos de Gustavo Alfaro. Quizá sea Chile en este lote el que la tiene más pesada . Debe enfrentar al orondo Brasil, asegrado en puntos, en el primer compromiso de Santiago. Luego debe pulsear con otro fuerte en la tabla y en altura, como lo es Ecuador. Después se cruzará con Colombia en la caliente Barranquilla, como ya se señaló. Tres partidos muy complejos para las aspiraciones australes, una selección que aún no se reacomoda a las exigencias del nuevo entrenador, el oriental Martín Lasarte, quien reemplazó al colombiano Reinaldo Rueda.

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Si a este orientador, le va bien en La Paz y Asunción, esperará tranquilo en la ciudad sede del Caribe colombiano. De lo contrario, su equipo podría bajar del actual quinto puesto de la tabla, el último pero aún privilegiado. Los cafeteros tendrán dos bajas, pero no por restricciones externas sino por problemas físicos derivados de sus juegos en el Everton inglés y el Atalanta italiano. Ellos son Jerry Mina y Luis Fernando Muriel. Los chilenos asumirán su desafío también con dos ausencias: el delantero Ben Brereton ( Blackburn Rovers) y Francisco Sierralta, defensa del Watford; en este caso sí, debido a las imposiciones restrictivas del fútbol inglés. Argentina estuvo al borde del infarto por la eventual ausencia de 21 de sus titulares ante la drástica decisión de bloquear los viajes de los jugadores principales. Tan solo 9 de los principales convocados estaban listos para la justa pocos días, más bien horas, antes de los encuentros del certámen. Uno de ellos como visitante ante Brasil y el último ante Bolivia en casa. Hasta última hora los de Tite también tendrían tres ausencias de peso por lesiones y restricciones: Fabinho, Firmino y el arquero Alisson, un trío enlistado en el fútbol británico. No obstante, se sabe que las bajas podrían llegar a nueve. Además de Argentina la canarinha debe enfrentar a un Perú en apuros (aresprensa).

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