HEDONISMO  //  MODA  //  Publicado el 28 de julio de 2022  //  18.30 horas, en Bogotá D.C.

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La marca de los tiempos, de los tiempos que podrían ser mejores pero que lo son de manera relativa y con demasiadas aprensiones en el presente que corre y hacia el futuro inmediato, enmarcaron esta edición de Colombiamoda en Medellín que  tiene hoy en desarrollo su jornada de cierre.  Ha sido un encuentro esperado, como lo es en cada temporada, para quienes no solo participan de  esta suerte de celebración en tributo a la alegría de vivir, que palpita, pero que en simultánea está atenta a un panorama con demasiadas amenazas contra la vida y también para el tránsito en la vida, tanto en lo local como en lo internacional. En este caso esas sombras que merodean alrededor de una celebración como la que se clausura en Medellín, tiene cercanos marcos de incertidumbres además de los que rondan en macro. Nada puede hacer la industria de la moda para influir en esos cuadros, pero estos otros de menor optimismo sí pueden hacerlo al menos en el ánimo que generan estas celebraciones, porque la moda es una demostración moderna de la alegría de vivir y de la esperanza en una “vida sabrosa”, para hacer propia una expresión en boga y con el valor propio del deber ser, pero manoseada por el oportunismo político de los que llegan para manejar el país desde una de las aristas de los marcos locales, el de la desconfianza. Esta noche, a las 21.00 horas y en Plaza Mayor, la última pasarela de “-Vivo + Unique” cerrará la semana.

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Por ahora se mantiene la exaltación por lo bueno del trabajar y disfrutar de lo que  resulta del  esfuerzo creativo, que acompaña a una industria que no decae por las amenazas del horizonte que se observa. La apuesta está ahí, firme, y eso en sí mismo es bueno e incluso muy bueno. Aunque  oficialmente las actividades programadas empezaron el martes pasado, en realidad y como siempre ocurre el primer desfile, el de apertura, se vio el lunes. Como las últimas pasarelas se realizan en este jueves que se va, puede decirse que toda esta semana en Medellín estuvo encuadrada en los fastos de la moda. En el otro plano, el de la tragedia que ronda, se realizaron los homenajes a los jóvenes policías asesinados en cadena no solo en el departamento de Antioquia sino en otras zonas el país. Esas jóvenes vidas truncadas cuando recién iniciaban su vida adulta también aspiraban, dentro de la carrera uniformada, a cumplir los sueños de ellos y de sus familias, de la misma manera como en escenarios diferenciados aunque dentro de la misma sociedad, lo hacen diseñadores y modelos colombianos de pasarelas.

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Todos jóvenes, acompañados por hombres y mujeres de generaciones previas que cumplen la función de guía de aquellos que llegan con edad y propuestas noveles. Todos dentro de una misma sociedad en la que se acompañan en tiempo, modo y lugar, esperanza y dramas. Porque “la paz total” no llega aún a Colombia, pero se espera que se pueda construir de una vez  por todas. Lo expuesto por Colombiamoda  en estas jornadas hablan de una sociedad que  está dispuesta para ello. Vale aclarar que esta coincidencia para la celebración de la vida es Colombiamoda + Colombiatex 2022, un artificio de lenguaje en ritmo de marketing para señalar que las dos grandes ferias de Medellín, la de la moda y la de la industria que la respalda, van de la mano. Una muestra es lo que hacen los creadores, la otra hace exhibición de la maquinaria y de la tecnología, a veces de punta, que la acompaña, ahora en cadencia de las exigencias que hacen al cuidado del ambiente. Lo cierto es que en aquel lunes de apertura concreta abrió las veladas Juan Pablo Socarrás, con su propuesta “A - Mar”, Historias hechas  a mano.

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La presentación de Socarrás se hizo en el Barrio Boston de la capital antioqueña, en el empeño por descentralizar las jornadas, que tienen como sitio habitual de desarrollo el espacio de Plaza Mayor. Su propuesta apuntó a la necesaria carga de simbolismos. Uno de ellos estuvo en la espalda del mismo diseñador: cerró la edición del año anterior y abrió la de este año. Además la hizo en un templo, reflejando una simbiosis entre tradición, modernidad y naturaleza, una articulación que es una ola lejos de atenuarse en buena parte de los creadores colombianos. Después siguió la rutina del programa, el que es bien conocido y para nada diferente a otros encuentros similares de esta actividad asociada y bicéfala (industria - creatividad). Beatriz Camacho dio paso inicial a la tarde del día siguiente, la del programa fuerte, para dar inicio a una serie de 23 desfiles que dieron cuerpo a la edición 33 del encuentro de la capital paisa, la principal del país en este rubro de la industria cultural llamada moda. En esa misma jornada el diseñador Diego Guarnizo apareció asociado al ministerio de Cultura.  

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Guarnizo llegó con su propuesta  bien amarrada  al sabor de lo local y es por eso que no puede extrañar el apoyo oficial. Con “Feliza”, el nombre de la colección que expuso, articuló una saga que reunió los saberes tradicionales que tienen a la artesanía como eje transversal y el entroque con la cultura afro, que es propia del país. Este diseñador es reconocido en el país y fuera de él también por  su aporte de diseño en el vestuario de famosas series y producciones televisivas, tales como “Laura, la santa colombiana” “Bolívar” y “Las Hermanitas calle”, entre otras. La jornada del miércoles tuvo un escalón de expectativa más alto y fuera de lo común. El cantante internacional paisa -oriundo de Medellín- Maluma exhibió la realización en prendas de la fundación que preside su hermana, Manuela Londoño, y que surgió por iniciativa y patrocinio del vocalista. La colección se presentó bajo el nombre de “Maluma x Gef el Arte  de los sueños”. La entidad  de bien común se conoce, precisamente, como “El Arte de los sueños”. En diversas ocasiones el cantante contemporáneo ha señalado sus históricos y fuertes vínculos con la moda.

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Las prendas de esta colección de Maluma están integradas por piezas funcionales, en algunos casos haciendo abstracción por la definición de género y con creaciones de jóvenes integrantes de la Fundación. Tal como señala la tradición, la presencia de compradores extranjeros marcó la asistencia a las pasarelas y la exhibición industrial paralela. Ecuador, Estados Unidos y México fueron las asistencias más fuertes en delegaciones, completadas con la presencia del Estado Libre Asociado de Puerto Rico. No fueron los únicos porque también asistieron interesados de otros países, incluso exóticos, como Singapur y Emiratos Árabes Unidos, estos dos últimos como dos grandes puntos de flujo de visitantes de todo el mundo. Aunque debe señalarse que los primeros cuatro estados nombrados en primer término son los que hacen la mitad de las operaciones de compras externas. Las exportaciones colombianas con origen en la creación de los diseñadores locales y la industria que los respalda, sumaron en el primer semestre del año vigente más 433 millones de dólares, cifra que mostró un incremento mayor al 25 por ciento frente a las cifras del ejercicio previo (aresprensa).

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VÍNCULOS : RAÚL PEÑARANDA, EN PRIMERA LÍNEA  //  RETORNA EL BOGOTÁ FASHION 

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