HEDONISMO  //  Publicado el 02 de marzo de 2024 //  11.30 horas, en Bogotá D.C.

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La convergencia internacional de cada año en esa expresión de hedonismo positivo, que es el turismo, cerró con éxito evidente. Es el gran evento internacional anual de Anato, la organización gremial que en Colombia agrupa a las agencias de viaje. En esta ocasión el invitado nacional del encuentro fue el departamento de Nariño, ubicado en el sur extremo del país andino, limítrofe con Ecuador. En el curso de la programación el nuevo espacio nominado “Innovación, capacitaciones y destinos” fue una de las novedades que se anticiparon para la realización del llamado internacional. Pero un impacto mayor tuvo la presencia de los llamados reinsertados a la sociedad y a la actividad constructiva, en labores de interés turístico. Las temáticas que se abordaron en el módulo de tecnologías se desarrollaron con charlas que tuvieron que ver con la mayor sofisticación del turista en escenarios como el de la salud, la formación tecnológica y la oferta al viajero con aspiraciones sanas de disfrute pleno, de formación académica e incluso con visión de cuidado ecológico. La universidad Externado participó de la experiencia formativa. Es por ello que esta programación se desarrolló con conferencias de estructura académica tradicional. Además, este segmento tuvo versión tech, y por ello lo tecnológico fue lo transversal de las charlas. En el curso del encuentro internacional se supo que Bogotá, a través de TripAdvisor, es uno de los puntos principales de atracción en Sudamérica para los turistas del mundo y que, además en tiempos futuros para nada lejanos, se espera alcanzar una cota de diez millones de visitantes extranjeros. En la sumatoria de estas señales de optimismo, no faltó quien propusiera a Colombia como sede de la reunión anual de la OMT, la principal organización mundial del turismo.

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Si bien la inflación está cediendo en la vigente contingencia también es cierto que el límite de la situación recesiva golpea las expectativas vigentes y las del futuro inmediato. La inseguridad manifiesta en las grandes ciudades y la aprensión por el futuro inmediato ensombrecen el optimismo que de manera porfiada y contra la adversidad plantearon los organizadores del evento. Ahí sigue ese proceso y esto refresca las expectativas posibles pero esquivas en el derrotero que lleva adelante el actual gobierno. Bajo ese cuadro una buena noticia para el país anfitrión fue que la variación anual de inflación alcanzó a un 8,35 por ciento y en dinámica de mayor disminución. Es por eso que el precio del boleto en avión habría reducido su costo en un 14 por ciento, aproximado, en tanto que ese proceso impactó en un incremento liviano del pasaje: un 1,53 por ciento. Lo anterior, según los organizadores, de acuerdo con cifras aproximadas que aportó el Banco de la República. Los operadores de turismo esperan que este proceso de disminución continúe.

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También es positivo señalar la participación en esta edición 43 de la feria internacional de la oferta turística, presentada por los reinsertados en los procesos de paz que se desarrollaron durante la presidencia de Juan Manuel Santos. Esta fue la una novedad de gran trascendencia, puesto que esos grupos y personas que salieron de la violencia y retornaron a la civilidad, le han apostado a una reintegración productiva y, de manera evidente y sincera, a una reconciliación plena. El conjunto de este fenómeno de impacto social tiene una relevancia de supremo interés para el desarrollo de la democracia en Colombia, tan vapuleada por estos días con los picos de traumatismos contra la población civil. Esto por parte de quienes permanecen ligados con la violencia y con su significativo aumento en el último año, según el duro informe presentado sobre el tema en esta semana que culmina por la representante en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Juliette de Rivero.

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En la apertura del encuentro y a despecho de lo dicho en el párrafo anterior, el presidente de la República, Gustavo Petro, brindó sus cuentas alegres y, si se quiere, delirantes sobre los latigazos de este flagelo y del país. Bien se sabe que una de las apuestas de cambio de la actual gestión presidencial es el turismo, en colusión con la educación y la economía agrícola, vía una reforma que pueda suplantar al odiado capitalismo que campea en la visión de esta administración. Alguna vez el ex presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso llamó a esa mirada ideológica “retroprogresismo”, un enfoque de marcado retroceso y anclada en el pasado, con su lenguaje desueto, aun cuando ellos aún se sientan revolucionarios. Quizá por eso al actual presidente colombiano le fue tan mal en aquella reunión de fines del año pasado en Belém do Pará, frente a la dirigencia amazónica. En todo caso, los idílicos datos que presentó Petro a ministros y altos funcionarios internacionales, quienes se dieron cita en el encuentro de Bogotá, dejaron más sinsabores que certezas sobre el futuro inmediato para una industria fundamental y, al parecer, de real interés para la vigente gestión presidencial.

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Debe recordarse que esas cifras alegres presentadas a los asistentes a la Vitrina fueron proporcionadas a Gustavo Petro por “sus” uniformados y a despecho de que el PIB del año anterior no llegó al 1 por ciento, sino que apenas fue superior al decimal intermedio. Eso en palabras sinceras se llama recesión económica, o por lo menos al borde la misma. El discurso presidencial se realizó en medio del escándalo por corrupción en la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres en La Guajira (otro punto de gran interés turístico), dirigida por un renunciante director de nombre Olmedo López, quien es un personaje del mismo signo y visión del grupo presidencial. Aunque la Secretaría de Transparencia de la presidencia se apresuró a abrir investigaciones sobre el asunto, ya era tarde. También es bueno recordar que este grupo político que hoy maneja los inciertos destinos de Colombia, siempre se ha llamado a sí mismo “decente”, provocando suspicacias en el sentido de que esa sería su dudoso enfoque ideológico y político.

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Aquello en tanto que el resto de la dirigencia nacional y sus instituciones serían para nada decentes. Evidencia en el decir y obrar de una notable paradoja. Lo cierto es que el tartufismo político e ideológico pareciera ser la bandera real de quienes hoy conducen el país. A pesar de ese cuadro de situación, el optimismo de los operadores de turismo y de sus agencias de viaje sigue en alto, como lo demuestra el encuentro que ayer se clausuró. Ya en enero Anato había anunciado que, según Migración, se había registrado en ese periodo un número superior al medio millón de colombianos en condición de visitantes a otros países. Un 10 por ciento superior al registro del año previo. Sirve resaltar que en el ejercicio del año previo se movieron por el mundo casi mil trescientos millones de turistas, en una recuperación superior en un 88 por ciento anterior a los niveles prepandémicos. En el ejercicio de 2023, el turismo que ingresó al país anfitrión de esta Vitrina, tuvo un registro de más de cinco millones de personas. (aresprensa).

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VÍNCULO: DOMINICANA EN LA VITRINA

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