HEDONISMO  //  TURISMO  //  Publicado el 21 de febrero de 2023  //  21.00 horas en Bogotá D.C.   

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En cierto sentido el año productivo para Colombia no solo comienza con el periodo escolar, también con la reconocida Vitrina Turística que se celebra a poco de iniciado el ciclo anual en Bogotá y que en este 2023 llega a su edición 42. Está considerada como la más importante feria de este rubro, al menos en Sudamérica, y se realiza poco después de la mundial de España, la prestigiosa Fitur, esta última realizada en la segunda quincena del pasado enero. El reencuentro de los operadores de turismo local e internacional de la capital andina se produce en momentos ya distantes de los temores pandémicos, pero con nuevas aprensiones generalizadas sobre el curso del mundo ante el escenario bélico de Europa Oriental. Algo que espanta a muchos casi en coincidencia con el inicio inminente del segundo año de guerra sobre la martirizada Ucrania y la presunción de una eventual expansión en caliente. La guerra es amiga de nadie, menos podría ser del turismo turismo y en tal sentido lo que tenga que ver con el Este europeo queda por ahora entre paréntesis para cualquier plan de paseo. Al menos para los iberoamericanos, lo que ocurre en el Viejo Mundo pareciera lejos y en este gran patio que es la región, el deseo de viajar y conocer solo queda limitado por el salto inflacionario de la economía y las inquietudes que plantean las aspiraciones reformistas de algunos gobiernos de la zona junto con el amenazante crecimiento de un no descartable viraje de lo autoritario que podría afectar aun más al subcontinente.

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Dentro de ese marco y con las señaladas parcelas grises, el encuentro que organiza la entidad que agrupa a los agentes de viajes del estado cafetero (ANATO) ha invitado a un vecino con chapa de distinción en desarrollo turístico zonal: la República Dominicana.  Es el visitante de honor que resalta en la ocasión por haber convertido su oferta turística en uno de los espacios de la economía isleña con el mayor crecimiento regional de las últimas décadas.  Es la segunda ocasión en la que los dominicanos participan de la Vitrina con linaje honorífico y las cifras hablan del gran volumen de intercambio entre ambos países. Según datos oficiales, contrastados con los registros del año previo al golpe pandémico, durante el ejercicio anual que concluyó en el pasado diciembre, hubo un crecimiento de casi un 170 por ciento de visitantes dominicanos a Colombia. En tanto que hubo un contraflujo de turistas colombianos que alcanzó a casi 260 mil viajeros, equivalente en crecimiento a un porcentual del 154, en ambos casos comparados con el prepandémico año 2019.

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Los caribeños que comparten territorio insular con el vecino Haití, ocupan el séptimo lugar entre los extranjeros que visitan cada año a Colombia. Buenas cifras dentro del referido marco no siempre propicio. En comparativo, para la Dominicana, el flujo de colombianos es el cuarto en importancia internacional. El encuentro que propone Anato con su Vitrina, tendrá lugar en el tradicional recinto ferial de Corferias, sobre el centro occidente de la metrópoli capitalina, entre este miércoles 22 de febrero y viernes 24. Esta Vitrina pudo hacer un esguince al golpe pandémico en su inicio de 2020 y tan solo permaneció suspendida en la dimensión presencial el año posterior, para reanudar convocatoria plena el año pasado. Fue el único evento de estas características que puedo evitar el primer impacto de la plaga. Es por estos antecedentes inmediatos que se espera una asistencia masiva al encuentro internacional. El miedo por ahora está bastante lejos, incluso en conocimiento general de las amenazas siguen por ahí dando vueltas.

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Es por eso también que el registro de migraciones señala que la salida de colombianos al exterior superó en buen porcentaje la salida de pasajeros del país andino en el curso del año pasado frente al flujo en igual sentido de 2019, el año inmediato a la ola del virus trágico. Salieron del país en el tramo anual previo casi 5 millones de viajeros, un 10 por ciento más que en 2019, pero no es un fenómeno local y debe considerarse como una suerte de rebote al enclaustramiento de los dos años de encierro. Estados Unidos, España y México fueron los más beneficiados con la nueva llegada de colombianos y en esa dirección el aumento dentro del porcentaje alcanzó casi un 70 por ciento. Pero fue el país que este año asiste a la Vitrina como invitado de honor el más beneficiado por la estadística. En efecto, República Dominicana obtuvo dentro de esas corrientes de colombianos una preferencia superior al 160 por ciento. En asocio con los operadores de turismo, el gobierno de Bogotá ha aceptado incrementar gestiones para disolver obstáculos que afectan las opciones de viaje, tal como son los visados. Todo esto según la información oficial.

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Los estimados por media estadísticas indican que durante 2023 saldrán del país cafetero unos cinco millones de viajeros, en plan turístico. En sentido inverso se estima que un número similar de visitantes llegarán a Colombia con interés contingente, no permanente ni en búsqueda de residencia. Estas cifras en lo que hace a los visitantes significarían un incremento de casi un 10 por ciento frente al ejercicio anterior inmediato. La tasa de intercambio de la moneda nacional con respecto al dólar, como complemento de los atractivos locales, es una razón motivante para elegir a Colombia como destino turístico, según los expertos locales. La señal de alarma dentro de estos consolidados son los informes sobre más de medio millón de jóvenes que partieron de Colombia en el último tiempo, en búsqueda de mejores horizontes económicos o temerosos de cambios diametrales en el plano político e institucional del país. Más allá de la frialdad de las cifras el optimismo es generalizado en los timoneles de esta industria. En la misma línea y por lo anterior, la Vitrina de Bogotá se abre dentro de un buen panorama de entorno inmediato.

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El invitado de honor del patio en esta versión de la Feria y como Destino, es el archipiélago de San Andrés y su entorno insular de Providencia y Santa Catalina. Era de esperarse porque este destino junto con Cartagena y Santa Marta son los tradicionales puntos de interés del país convocante. Ni siquiera las diferencias territoriales y por aguas que se mantienen con Nicaragua, han menguado el interés tanto internacional como local por la visita de descanso y esparcimiento a estas islas colombianas. El Caribe es un amplio foco de atracción y Colombia comparte con otros países costas, mar e islas paradisíacas que tienen  en San Andrés un punto central de llegada. En tiempos recientes también Bogotá y Medellín han ampliado el frente de oferta internacional que ofrece esta esquina de Sudamérica a distintas expresiones del turismo mundial: empresarial y de negocios, de salud, de observación de naturaleza y el tradicional de esparcimiento. Es la primera vez que ese segmento insular del país participa en esa condición de invitado de privilegio. Curioso pero real (aresprensa).

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