VESTIDOS DE BAÑO PARA LA MUJER CÓMODA |
HEDONISMO // MODA // Publicado el 12 de enero de enero de 2020 // 10.15 horas, en Bogotá D.C.
VESTIDOS DE BAÑO PARA LA MUJER CÓMODA
Elegir un vestido de baño no suele ser tarea fácil para una mujer que pretende salir al aire libre y disfrutar de una jornada de sol y agua. También es difícil determinar si eso de la elección es más complejo para un vestido de uso con diferente destino y ocasión, el cual además de tener un mayor espacio que cubrir y confección más compleja por razones evidentes, exige mayor detenimiento para la elección. O al menos es eso lo que parece. Lo que sí está claro es que la indumentaria para el aire libre debe conformar a la exigencia del gusto, de la misma manera como lo haría cualquier prenda, y eso de conformar se define en el momento de la compra. María Vásquez Gutiérrez es diseñadora de estas prendas para la marca Palmacea y considera que el esfuerzo de creatividad para unas piezas que requieren de tan poca tela pretende aportar soluciones a la necesidad femenina por “sentirse cómoda con ella misma”. La firma distribuye sus creaciones desde hace 8 años, un tiempo suficiente para madurar y un camino aún por recorrer en dirección a construir una tradición. Ares dialogó con la creadora en la pasada edición del Bogotá Fashion Week y la entrevista realizada es una suerte de abrebocas para la edición del encuentro de moda que se aproxima en este 2020. En aquella ocasión, cuando se presentó la colección “Paprika”, la diseñadora dijo que la propuesta fue pensada para “una mujer real, con los pies en la tierra, tranquila, aunque elegante, sin que pretenda llamar la atención de forma exagerada”. Colombia es el país latinoamericano que más exporta vestidos de baño, con un mercado externo que alcanza a más de medio centenar de países.
ENTREVISTA: Martha Liliana ROMERO
Para la diseñadora los retos que plantea el crear un buen vestido de baño son múltiples, e inversamente proporcionales a la poca superficie en tela que requiere la prenda, sea de una o de más piezas. ¿Qué es lo más importante para un diseño de esta naturaleza?
Lo más importante es que la inspiración se vea -precisa la creadora- pero que no sea obvia. Es necesario que haya concepto y viabilidad comercial. Es decir, que a la gente le guste la propuesta. Ese es uno de los mayores retos, pero hay más: debe contar una historia y que se sienta como un modelo especial para quien lo vista.
La aventura de diseñar y en este caso diseñar un vestido de baño puede tener el origen en antecedentes que vayan más allá de la elemental inspiración y de una actitud que pueda superar límites, como el ya señalado de la pequeñez relativo de las piezas. ¿Cuáles son esos otros fundamentos?
En nuestro trabajo previo, la identificación de las macrotendencias mundiales son un ingrediente básico -señala Vásquez- pero no solo de aquello que es transversal en la moda, sino también de otros aspectos culturales y sociológicos que tengan incidencia en la manera de mirar y vivir en el mundo, eso que determina la sensibilidad de los públicos. Se trata de una investigación anterior al trabajo de creación, que después se simboliza en los elementos diversos que tiene el diseño de una prenda.
Está claro que lo que ocurre fronteras afuera no puede sustraerse de lo puntual en tiempos de globalización, ahora por ejemplo, los amarres son fuertes. Pero también resulta necesario establecer cuánto de lo local se incluye en lo que señala la tendencia importada. ¿Cómo se suma lo que es propio de la sensibilidad y visión local?
Además de lo que llega y se incorpora está el tema de la raíces -aclara la diseñadora- el otro agregado es la diversidad cultural. A partir de esos insumos y de la exploración previa es posible determinar una propuesta propia que se incorpora a la macrotendencia y la puede enriquecer, sin deslucir.
En la observación de esas piezas se puede establecer dónde se incluyen aquellos aspectos propios. ¿Los bordados y el crochet son parte de lo propio?
Los acabados artesanales son el valor agregado distintivo de nuestro producto -determina Vásquez- eso hace reconocible a Palmacea, con un pasito más allá que consiente a la prenda. Es un toque de lujo, de manualidad, y de destreza artesanal.
La industria de la indumentaria personal, siempre vinculada con eso llamado moda, es una de las más contaminantes del medio ambiente y dentro de la aludida situación, la inquietud al respecto es ineludible. ¿Cómo aborda ese problema Palmacea?
Lo ambiental no es una opción, es un deber para todas las marcas y no solo para quienes hacemos vestidos de baño -advierte Vásquez- eso y también la labor social en los talleres para quienes trabajan con nosotros. Para la próxima colección hemos planeado que la inspiración se afirme en textiles de reciclados.
¿Reciclados?
Sí, porque como señalé es un deber hacerlo y colaborar con un esfuerzo que, por el ambiente, debe ser de todos -enfatizó la creadora- queremos progresar pero con pasos que tengan en cuenta las mejores intenciones de la gente y de lo que requiere el planeta. Es una mirada que ve más allá.
El nombre de la marca, ¿tiene algo que ver con todo esto?
Sí, está concebido en alusión a lo que somos -aclara la diseñadora- el trópico, la playa, el clima cálido, la tierra caliente. Palmacea es un conjunto de palmas.
En la temporada pasada la colección que lanzó esta marca se hizo bajo el nombre de “Paprika”, un condimento que se simbolizó en la propuesta con la integración de colores mostaza, terracota e incluso el verde militar. Dentro de ese conjunto, ¿cómo se integra la elegancia?
El elemento central de un vestido de baño es no solo la elegancia sino la seguridad -enfatiza Vásquez- y eso se transmite en la gestualidad natural del cuerpo, cuando se usa la prenda que integra esos elementos.
Es por eso que la firma Palmacea dice tener un rango alto de tallas, como para que cada silueta se adapte a una forma sin acudir a rótulos discriminatorios como ese de que hay “gorditas” y también están quienes no lo son. Además, tiene líneas de atuendos para hombres y complementos como el de las salidas de baño. Los diseños se han pensado, según la entrevistada, para cada especificidad física. En esa línea de concepción, ¿cuál es el vestido de baño ideal: enterizo, biquini, triquini?
Eso no solo depende del cuerpo de la mujer y según lo que quiera mostrar o no -describe la diseñadora- un vestido de este tipo depende de la concepción de sí misma que tiene una persona, generalizar en esto es imposible (aresprensa).