HEDONISMO  //  MODA  //  Publicado el 08 de diciembre de 2024  //  17.30 horas, en Bogotá D.C.

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Es una marca que rechaza la posibilidad de fabricar prendas íntimas de mujer que tengan elementos de artificio. La intención en cambio es la de realzar las partes del cuerpo que estas piezas cubren, pero con la espontaneidad de lo natural. Nada más claro y contundente que este propósito, salvo el agua clara, por supuesto. La propuesta es de Susana Hoyos, diseñadora de Soul Intimates, y lo señalado es en buena parte un desafío en el que una discreta vanidad tiene un papel que no siempre aparece a primera vista. El horizonte es, “…la naturalidad de lo femenino…”, como una suerte de verdad posmoderna en tanto subrayado de ser quien se es y no como se pretendería que los demás aprecien en un perfil femenino. No es solo ropa interior lo que produce esta firma de Medellín, también oferta vestidos de baño, que de manera inevitable resaltan aquello que salta a la vista. Para Susana Hoyos la responsable diseñadora de la esta empresa, la ropa íntima de la mujer es como el lápiz labial, tan necesario para cualquier mujer. En esto hay algo de argumento fuerte: la ropa interior es lo primero que se puede apreciar frente al espejo.

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Entrevista: Martha Liliana ROMERO

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Es una empresa de Medellín que cumplirá una década fabricando prendas íntimas, lo que es al tiempo una suerte de desafío que se entiende exitoso, al margen de una competencia que tiene a lo más reservado de la mujer como protagonista ineludible. ¿Cómo se relaciona la subjetividad femenina con su ropa interior?

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Nuestro enfoque busca la naturalidad de la mujer -afirma Susana Hoyos- en concordancia con lo que puede significar un lápiz labial y por ser una pieza que tiene más contacto con la piel, implica una forma de empoderamiento para quien decide usar esta o aquella ropa interior.

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Pero esta parte de la indumentaria es al tiempo una forma de secreto que no alcanza a ser compartido por el resto, o casi, por razones obvias y en general. Su uso, ¿cómo es que esto puede considerarse una forma de empoderamiento femenino?

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Son prendas que de alguna manera señalan cómo se afrontan los desafíos que impone el diario vivir -explica la diseñadora- puede indicar, si se pudiese ver aparte de quien la usa, cuál es el estado de ánimo con que se inicia el día o un momento acotado de la jornada. Esto es, si la persona se siente bien o mal, y en eso reside parte de su valor y la manera como se entiende a la propia privacidad.

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Hoyos se considera a sí misma como una apasionada de este tipo de indumentaria femenina. Precisa que su trabajo fue la deriva de una vocación temprana. Una consecuencia de esa experiencia fue la sofisticación de una relación con la interioridad subjetiva, que no siempre aparece a primera vista, con una exterioridad de la indumentaria que sí está a la vista de todos. ¿Cómo se establece esa relación?

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La prenda interior que complementa la personalidad, es una forma de empoderamiento -enfatiza la creadora- y ese es su valor simbólico. No puede dejarse de lado el hecho de que es una tela en contacto directo con la piel. Si se hace una relación con aquello que se viste para salir a la calle aparece un complemento coherente y eso es también una expresión de la subjetividad. Esa linealidad expresiva es una forma de empoderamiento personal.

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Pero, en lo concreto, ¿cómo se vincula lo interno con lo externo?

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Es un hecho que la tendencia vigente impone vincular lo interior del vestir con lo exterior apreciable -aclara Hoyos- y es también por eso que hablamos de empoderamiento. En ese proceso lo que muestra la ropa interior ligada con la indumentaria exterior es lo primero que se aprecia a la vista del entorno social. Nuestras prendas tienen detalles para los hombros, la espalda o el escote que dicen de aquello que cubre lo interior. En sí mismo eso es decir de la intención de mostrar transparencia icónica. Se habla así de una subjetividad especial en quien viste de esa manera.

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cómo es esa línea que va desde la idea inicial a la realización y cuánto tiempo requiere llegar al ´producto final?

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El proceso desde la idea hasta lo concreto puede requerir entre 4 a 6 meses, con una evolución compleja -detalla Hoyos- porque hay mucho detalle incluido. Se requieren materiales delicados y de primera calidad, con insumos en los que el encaje tiene un protagonismo básico. Eso además de microfibras y transparencias. Al conjunto se agregan fibras elásticas y herrajes, que también deben ser delicados y no deben sobresalir sobre el resto de los elementos constitutivos de la prenda.

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Pero no todos los cuerpos son iguales, ninguna persona es igual a otra. ¿Cómo manejar en un diseño la complejidad de lo diverso?

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En la ropa exterior es más fácil amoldar los diferentes cuerpos -diferencia la experta- el reto es muy grande para adaptar lo realizado con la diversidad de siluetas y medidas. En tal sentido entiendo que calidad y horma son los detalles fundamentales para adaptar el diseño a la diversidad.

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La decisión tan personal de una mujer, en el momento de elegir su ropa interior, puede tener mucho de misterio, ¿Qué tipo de público demanda esta línea de indumentaria?

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Pretendemos que los diseños lleguen a más estereotipos -explica la diseñadora- en pandemia salió un modelo para maternidad y lactancia. Buscábamos que en una etapa femenina con tantos cambios físicos, como lo es el proceso de maternidad, la mujer conservara todo lo que tiene ver con la autoestima de su vida previa a tales transformaciones en su cuerpo.

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Las respuestas tienden a subrayar las razones por las que esta empresa se llama Soul Intimate. Al menos eso es lo que se percibe al leerlo, ¿Es el nombre de la marca el que afirma esa conexión descrita entre lo interno femenino y una determinada elección de ropa íntima?

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En efecto, el nombre simboliza esa conexión que tiene el alma de la mujer con la opción por su ropa interior -afirma Hoyos- se reafirma así de manera insoslayable esa conexión, según nuestra visión y experiencia al respecto.

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No deja de ser sorprendente esa íntima relación entre lo subjetivo y lo objetivo, mediado por la ropa interior, que hace con detalle la entrevistada, pero, ¿cómo juegan los colores en ese conjunto?

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Aunque la tradición indica que los colores para la ropa interior femenina son el negro y el marfil, nosotros pretendemos innovar incluso en esa tendencia que se arraigó desde el pasado -describe Hoyos- es por eso que incluimos colores metalizados. En una colección que presentamos en el Bogotá Fashion Week, incluimos tonos pastel. Así nos sumamos a las tendencias de la hora y es por eso que hemos agregado a nuestras piezas los tonos azul celeste, el champaña y el palo de rosa (aresprensa).

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VÍNCULOS : EL BOGOTÁ FASHION WEEK DIO LA CARA

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